jueves, 4 de febrero de 2016

MUSICOTERAPIA


¿En qué consiste la musicoterapia? Podemos definir la musicoterapia como aquella terapia que emplea la música con el objetivo de beneficiar nuestra salud a través de mejoras en diferentes ámbitos personales tales como el físico, emocional, social o cognitivo. La musicoterapia parte de un principio básico que no es otro que el hecho de que todos los seres humanos somos, por naturaleza, seres musicales. Habitualmente, esta terapia tiene dos formas de aplicación: activa –cantar y escuchar música, tocar instrumentos, etcétera– y receptiva, relajación a través de la música. Y ello se haría mediante dos terapias complementarias, las verbales, en las que se habla con el paciente, y las no verbales, que implican la expresión del paciente a través de gestos y sonidos. Con la musicoterapia, el terapeuta trabaja nuestras habilidades personales. Dichas habilidades serían las siguientes: Sensoriales: aumenta nuestra capacidad de respuesta ante los estímulos sensoriales recibidos. Cognitivas: aprendizaje, memoria, imaginación o nivel de alerta. Socio-emocionales: permite un mayor auto-conocimiento y facilita la forma de expresar y compartir nuestros sentimientos y emociones. Motrices: equilibrio, movilidad y coordinación, entre otras. Orígenes de la musicoterapia A lo largo de los siglos, prácticamente todas las culturas y civilizaciones han destacado las propiedades relajantes y calmantes de la música. De hecho, hay constancia de sus aplicaciones terapéuticas desde la época de los egipcios o los griegos hasta nuestros días. Remontándonos al pasado más reciente, ya en el siglo XIX, el psiquiatra francés Esquirol empleaba la música para tratar pacientes con enfermedades mentales, aunque no será hasta principios del siglo XX cuando surja la Musicoterapia como disciplina científica. Será de la mano del suizo Emile Jacques Dalcroze, entre los años 1900 y 1950; él fue el primero en enunciar que el organismo es susceptible de ser educado a través de los impulsos musicales. Precisamente, a partir del año 1950 empezarán a surgir en todo el mundo asociaciones de Musicoterapia cuyas Aplicación y beneficios de la musicoterapia Podemos dividir las personas susceptibles de ser tratadas mediante musicoterapia en tres grandes grupos: Adultos con problemas de adicciones, aquellos que presentan daño cerebral, personas que padecen enfermedades degenerativas, Alzhéimer o algún tipo de discapacidad. En pacientes terminales o con dolores crónicos. Adultos sanos: puede que no tengamos ningún problema de salud, pero este tipo de terapia es beneficiosa para disminuir la ansiedad o el estrés, mejorar nuestra autoestima o incrementar la creatividad. En el caso concreto de las mujeres, se recomienda la musicoterapia durante el embarazo y el proceso de parto. Niños: en este caso, la musicoterapia es beneficiosa para los menores con problemas de conducta, autismo, deficiencia mental, baja autoestima, dificultades en el aprendizaje o problemas de socialización. También cuando padecen enfermedades que conllevan un tratamiento más o menos largo, así como ingresos hospitalarios frecuentes como, por ejemplo, cáncer o cardiopatías. Cómo y dónde se practica la musicoterapia Una sesión de musicoterapia tiene una duración mínima de una hora y siempre debe ser llevada a cabo por un terapeuta con formación específica en la materia, ya que no puede ser realizada por cualquier persona. Durante las sesiones se puede tanto escuchar música como producirla, ya sea mediante la voz, instrumentos musicales o nuestro propio cuerpo. Muchos centros psicológicos y hospitales ya cuentan en la actualidad con unidades específicas en las que se desarrolla este tipo de terapia. En ellos, a través de la música, se trabaja con los pacientes para conseguir, por ejemplo, mejorar las habilidades comunicativas –en el caso de niños con autismo– o incrementar la coordinación y reforzar la memoria y la autoestima en el caso de que presenten daños cerebrales. Cuando se realizan sesiones con la intención de disminuir los niveles de estrés y de ansiedad o para superar problemas psicológicos, se trabaja con las personas su capacidad de expresar sensaciones y emociones mediante la música. acciones serán, entre otras, las de desarrollar investigaciones sobre esta disciplina, crear material divulgativo, organizar congresos y fomentar la creación de la carrera universitaria de Musicoterapia.

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